CONCLUSIONES
Las infecciones vaginales, a pesar de ser muy frecuentes, no reciben la importancia clínica y epidemiológica que merecen.
Las infecciones vaginales son más frecuentes en mujeres en edad reproductiva. Las mujeres con menor número de gestaciones, presentan mayores aislamientos de gérmenes causantes de infecciones vaginales.
Es necesario conocer mejor la epidemiología de las acciones no sólo bacterianas, sino también por hongos, virus y parásitos en la población femenina del Perú.
Las hemorroides son dilataciones de las venas de los plexos venosos de la mucosa del recto o del ano. Si las afectadas son las del plexo superior se llaman hemorroides internas, se sitúan por arriba del conducto anal y se encuentran cubiertas por mucosa.
Las del plexo venoso inferior se hallan situadas por debajo de la unión ano rectal y están cubiertas por piel exterior. El sistema de drenaje de ésta zona carece de válvulas, y por ello la posición erecta del hombre aumenta la presión en el interior de las venas hemorroidales y por lo tanto predispone a la enfermedad hemorroidal.
Algunas causas que predisponen a padecer hemorroides son:
-
Estreñimiento que, al forzar el paso de las heces, comprime las venas hemorroidales.
-
Diarrea, que puede producir irritación.
-
Estar de pie o sentado por tiempo prolongado.
-
Embarazo, sobre todo en las últimas semanas.
-
Falta de Higiene en la zona anal.
-
El embarazo es la causa más común de hemorroides en las mujeres jóvenes. Después del embarazo, las hemorroides tienden a desaparecer, aunque pueden empeorar en forma progresiva con embarazos subsiguientes o con la edad.
-
Las ocupaciones sedentarias
-
Los esfuerzos durante el trabajo o el deporte y ciertos hábitos alimentarios son el resto de las causas implicadas en la formación de hemorroides.
-
Los principales síntomas son la aparición de un sangrado rectal escaso y molestias al defecar, con secreción mucosa del recto. A veces se puede apreciar una anemia y sobre todo lo más característico es la propia palpación de las hemorroides.
-
Mantener una buena higiene anal, principalmente con agua y evitar rascar o frotar las hemorroides para ayudar a prevenir las infecciones.
-
Corregir el estreñimiento añadiendo fibra a la dieta: frutas, verduras, pan integral, líquidos abundantes.
-
Corregir las diarreas.
-
Evitar comidas muy sazonadas y el consumo de alcohol.
-
Evitar esfuerzos al defecar.
-
Reducir el tiempo de defecación.
-
Utilizar papel higiénico suave y limpieza anal mediante lavado con agua.
-
Aplicar hielo o compresas frías en la fase aguda del trastorno.
-
Las hemorroides asintomáticas no requieren tratamiento. Debe evitarse el empujar durante la defecación para disminuir al máximo el sangrado y el prolapso